Ander Cotorro

Ancelotti cambió la estructura de su equipo en fase defensiva. Del 1-4-4-2 de la liga a un 4-2-3-1. Buscó que su equipo estuviese más junto, con un 3vs3 por dentro y Rodrygo controlando la altura de Balde. Lucas y él se alternaban para controlar al lateral y a Raphinha.

Así, el Real Madrid tenía igualdad por dentro y "controlaba" lo de fuera. Fijaos como Rodrygo persigue a Raphinha y Lucas salta a banda. Después es Rodrygo quien salta a banda, con Lucas cerrando dentro. Todo esto con Vinícius como descolgado.

Un plan interesante, al menos sobre el papel, y que parecía funcionar después del 1-0 de Mbappé. Nada más lejos de la realidad. Fue un espejismo.

En ese hombre a hombre por dentro, Gavi se descolgaba hacia la banda izquierda. Camavinga, consciente de que Vinícius no ayudaba, le perseguía. Eso liberaba espacios por dentro que el Barça fue aprovechando.

Algo clave en el 1-1. Gavi arrastra a Camavinga, Lewandowski ocupa el espacio y lanza a Lamine. Ahí aparecieron de nuevo los problemas en la línea defensiva del Real Madrid que ya se vieron en liga. Central salta y la línea no corrige.

Con Vinícius como descolgado Ancelotti quería amenazar tras robo, pero resultó una losa para su equipo. El Barça generaba superioridades (2vs1 o 3vs2) en esa zona constantemente. Aprovechando los arrastres de Gavi o la pasividad de Bellingham.

Además, cada vez que el Real Madrid intentaba presionar arriba acababa muy separado. Totalmente incapaz de ganar las segundas jugadas cuando el Barça buscaba a los alejados.

Esa presión era al hombre, pero con un equipo separado. Algo que hacía muy difícil que un jugador pudiera controlar a 2 rivales por si era necesario hacer una ayuda. Y a la que un atacante del Barça bajaba a recibir, la presión era superada. ¿Os suena?

Exacto, casi idéntico a lo que se vio en el partido de octubre. Aquel día, el Barça hizo dos goles (el 0-3 y el 0-4) en acciones de este tipo. Es decir, superando presiones al hombre (con el rival separado) a partir de encontrar a los alejados.

Y estas dos cosas se vieron en la acción del penalti del 1-2. El Barça juega en largo, ganan la segunda jugada ante un rival separado, buscan la ventaja por fuera (lado de Vinícius) y Gavi llega libre al área (Camavinga pendiente de Lamine).

Al Real Madrid, al menos en varios partidos, le ha faltado un escalón intermedio para conectar la defensa y el ataque cuando tiene el balón. Por eso Flick buscó forzar esos balones largos para evitar que pudieran correr con ventaja.

Fruto de esa presión, siendo agresivos sobre centrales y con Koundé saltando a Mendy, llegó el 1-3. Raphinha estuvo muy bien atacando el intervalo Lucas-Tchouameni, sobre todo cuando el balón estaba en el otro lado.

En la 2º mitad hubo modificaciones. Lucas saltaba a Balde y parecía que el Real Madrid quería ser más agresivo en las apretadas. Duró poco, porque a la primera que pudo, el Barça castigó.

Una idea interesante de Ancelotti pero mal ejecutada, problemas que se repiten, un Barça que sabe leer lo que tiene delante y que no perdona. Aunque han pasado 78 entre los dos partidos, la historia fue casi idéntica. Muchas gracias por leer.